¿CÓMO NACIÓ LA GUARIMBA?
Giulio Vita nació en Italia y creció en Venezuela. Estudió Periodismo en Caracas. Tras ser secuestrado y torturado por la policía por protestar en en contra del gobierno, decidió regresar a Italia. Desde allí fue a Madrid para estudiar Cine. Allí conoció a Sara Fratini, estudiante de Bellas Artes venezolana. Después de graduarse se sentaron en un bar a tomar cerveza en el centro de la ciudad para lamentarse sobre la superficialidad de los festivales de cine. Y así, como si fuera un juego, decidieron crear La Guarimba.
A finales de 2012, Sara y Giulio se mudaron a Amantea, el pueblo calabrés de los abuelos de Giulio. Se dieron un año de tiempo. Sara comenzó su proyecto como ilustradora y Giulio se dedicó a la producción de lo que sería la primera edición del festival de cine.
¿QUÉ ES LA GUARIMBA?
La Guarimba nació como un festival del cortometraje. Es decir, un evento. Se convirtió en Asociación Cultural por un notario, después gente con más cultura que nosotros la definió Innovación Social, y más tarde los voluntarios y los directores que asistieron a las primeras ediciones la rebautizaron experiencia de comunidad por la forma en cómo hacemos las cosas. Pero para nosotros es un proyecto de vida, una apuesta ganada al pesimismo, a la economía global y a aquel mito que cuenta a los muchachos sureños que en el Sur no hay nada qué hacer.
¿CUÁL ES NUESTRA MISIÓN?
Il nostro obiettivo principale è riportare il cinema alla gente e la gente al cinema.
Crear un Espacio Multicultural donde exista una conexión política con el mundo. La Guarimba debe contribuir a un clima ciudadano de empatía, comprensión, integración y acción.
Hacer del cine un acto social para resistirnos a vivir en un mundo cada vez más individualista. Debemos crear un encuentro en el que compartir pensamientos y vivir una experiencia colectiva pero, también, personal.
NUESTRO COMPROMISO EN EL TERRITORIO
Siempre hemos utilizado la cultura como herramienta de integración y convivencia, luchando por dar voz a aquellos que no tienen la posibilidad de invocar sus derechos y defendiendo la importancia de la unión de diferentes culturas.
Nuestra organización se ha posicionado activamente denunciando la violación de los derechos humanos en Venezuela en los últimos 30 años. A través de nuestro programa El Guayabo – La Diáspora Venezolana, nos comprometemos a contar las historias de personas que vivieron el estado de refugiados políticos.
Acogemos trabajos realizados en los países de donde provienen los migrantes que llegan a Europa, gracias a las selecciones especiales Karmala y MigrArti y el programa de cine CinemAmbulante. Este espacio les permite compartir sus historias, sin filtros, dejando la posibilidad de mostrar al mundo las luchas que viven y por qué necesitamos activar lógicas de acogida y solidaridad desde las instituciones y asociaciones.
A lo largo de los años, nos hemos expuesto públicamente para apoyar la causa, denunciando los abusos sobre los jóvenes trabajadores en los campos agrícolas de Amantea y los numerosos episodios de racismo que viven.
En julio de 2020, informamos a la prensa de la historia surrealista de Abbas Mian Nadeem, un joven pakistaní inmunocomprometido que fue confundido con uno de los migrantes expulsados de Amantea por dar positivo al Covid-19. Después de esto, recibimos amenazas de muerte de la ‘Ndrangheta (mafia calabrese). Colaboramos con las autoridades para permitir el regreso de Abbas a Amantea, ayudándole a encontrar asistencia legal e implicando a parlamentarios italianos y europeos en la investigación del caso.
Hemos creado una red de asociaciones a nivel local para afrontar juntos los casos de racismo de forma sistemática y coordinada, utilizando el lenguaje ilimitado del arte y la cultura, que nunca ha conocido fronteras.
Hemos organizado talleres, reuniones y proyecciones con el centro de acogida de refugiados de Amantea, trabajando con mediadores culturales para permitir su integración con la comunidad.
UNA BATALLA POR EL CIVISMO EN EL AÑO MÁS DIFÍCIL
El año 2020 resultó muy difícil para nuestra asociación.
En febrero, el ayuntamiento de Amantea fue disuelto y sustituido por representantes temporales durante 18 meses debido a infiltraciones mafiosas.
La inesperada crisis sanitaria nos ha dejado durante mucho tiempo sin ninguna certeza: la Región de Calabria no ha publicado ninguna convocatoria para la cultura, dejándonos sin una fuente de financiación importante, y muchas empresas han retirado sus propuestas de patrocinio. Sin embargo, seguimos trabajando sin saber si podríamos hacer el festival en presencial.
Junto con otras organizaciones de cine al aire libre, como I Ragazzi del Cinema America en Roma, Scendi C’è il Cinema en Milán y FurgonCINEMA en el centro de Italia, desenmascaramos las políticas de presión y chantaje de las asociaciones profesionales de distribuidores y gestores de salas de cine, Anica y Anec. Las cuales habían dado indicaciones por escrito a los distribuidores italianos y extranjeros para que no concedieran licencias de exhibición de películas para los festivales gratuitos en el territorio italiano. A pesar de que las películas habían concluido su periodo de explotación comercial en las salas, se han denegado 235 permisos de exhibición de las 263 solicitudes.
Las empresas implicadas respondieron cínicamente acusando nuestras declaraciones de “fake news” y amenazando con repercusiones legales. Posteriormente, el Parlamento italiano debatió sobre este asunto. El 24 de junio de 2020, la Defensa de la Competencia inició una investigación contra Anica, Anec y Anec Lazio por “obstáculos que impiden la concesión de películas a los cines gratuitos al aire libre”.
Una vez más, esta historia ha demostrado lo necesaria que es nuestra actividad para promover una visión de la cultura accesible y libre de la lógica del mercado y la centralización del poder.
A pesar de todos estos acontecimientos, conseguimos organizar la edición de 2020 en presencial. El último obstáculo fueron las condiciones del parque de La Grotta, que llevaba un año cerrado y sin mantenimiento: aseos destrozados y vandalizados, basura por todas partes, maleza y plantas sin podar, suciedad y cristales rotos. Decidimos hacernos cargo de todo el trabajo que deberían haber asumido las instituciones y reunimos a nuestro equipo, lanzando un llamamiento a la ciudadanía. Todos juntos, trabajamos incansablemente para limpiar el parque, permitiendo su reapertura y devolviéndolo a la comunidad de Amantea.